Una de las tantas divisiones que “sufre” la Informática está integrada por dos bandos: aquellos que utilizan Software de código abierto que les brinda la posibilidad de ver y modificar el código fuente, y los otros que utilizan Software propietario generalmente creado por empresas encargados de distribuirlos a un determinado costo (aunque no siempre). Internet ha sido el campo de batalla por años de estos dos grupos que se encargan de siempre resaltar las ventajas de uno frente a las falencias del otro con el fin de únicamente dejar mal parado a bando contrario y demostrar que el Software libre no es mejor, o que el Software de código cerrado es inferior al resto.
Lo lamentable de estas discusiones es que existen muchas personas (no todas, obviamente) a favor del Software libre que tienen como único argumento y determinante para decidirse por utilizar un programa u otro el hecho de que el mismo brinde o no el código fuente, motivo por el cual podemos encontrar frases o artículos del tipo “Yo utilizo este servicio porque es Open Source“, “Yo utilizo Ubuntu porque puedo ver su código fuente” o “Yo ni loco uso este programa de código cerrado que limita las funcionalidades“.
A mi humilde entender, el hecho de que un programa o servicio permita ver o modificar su código fuente no significa que el mismo sea superior al resto de los programas o servicios que no despliegan su código fuente y estén creados por empresas que simplemente quieran brindar un servicio, en algunos casos, a un cierto costo monetario o de inclusión de publicidad, aunque en otros casos con la misma libertad que un Software de código abierto brinda.
Siempre me han molestado estos “kamikazes del Open Source” que defienden un programa, servicio o sistema operativo con el fundamento de que el mismo permite ver y modificar su código fuente cuando quizás, y sólo quizás, estas mismas personas no necesiten editar, no sepan modificar, o no tengan ni idea de cómo encontrar el código fuente. Me incluyo, yo he utilizado Ubuntu en algún acortado tiempo de mi vida y el hecho de que el mismo sea de código abierto no fue considerado en ventaja o desventaja a la hora de optar por dicho sistema operativo ya que es algo que no me afecta de forma directa porque no se modificar este código, no se trabajarlo, ni tampoco me interesa.
Por otro lado, un programa o servicio de código abierto es insignificante si el mismo no tiene una comunidad de desarrolladores voluntarios que la soporte, que se dedique constantemente a su evolución para no convertirse en un pedazo de código fuente más que anda dando vueltas por Internet. ¿Ustedes que opinan de quienes defienden el código abierto con este único fundamento?, ¿Consideran el hecho de que un programa sea Open Source como el determinante para utilizarlo?.
La tierna imagen que acompaña a este artículo fue creada por el usuario Zbychowiec de DeviantArt. Saludos.
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